viernes, 4 de marzo de 2011

Cerrando ciclos

Todo tiene un final, y por supuesto todo tiene un fin, a veces nos es difícil cerrar ciclos, o tal vez no nos damos cuenta que debemos de cerrarlos, o nos pasamos la vida retrasando ese momento que pondrá fin a toda una etapa de nuestra vida, sin saber que ese cierre nos liberara de muchas cosas que nos hacen daño, pero que sin embargo aguantamos porque creemos que así estamos mejor, porque nos da miedo el cambio, o porque simplemente no tenemos la fuerza para cerrar ese ciclo.

Lo único que debemos hacer es poner punto final y saber cual ha sido el fin de esa etapa, debemos saber y entender el aprendizaje que nos ha dejado, asimilarlo y porque no, agradecer por lo vivido, aunque haya sido malo, porque seguramente no siempre fue así, en algún punto del camino lo que ahora nos hace daño fue bueno, o si no lo fue del todo por lo menos nos una felicidad efímera durante algún tiempo.

Claro que todo esto que escribo me convierte en un gran hipócrita, porque no predico con el ejemplo, y ahora mismo estoy tratando de cerrar un circulo que debí haber cerrado hace mucho tiempo, pero uno es necio, y se aferra a esa falsa comodidad sin querer ver otros horizontes como bien apunta Laura Jaguar, y en definitiva llega un momento en el que a pesar de mucho aferrarse, se siente uno agotado emocinalmente, vaya, hasta el tema ya empieza a mostrar signos de agotamiento, y es entonces cuando se hace más fácil dar por concluidas las cosas.

Cerremos pues el ciclo, o al menos intentemoslo por enésima ocasión.


No hay comentarios:

Publicar un comentario