lunes, 26 de diciembre de 2011

Celebreishon Mood

Y llegamos a la época del año en que el consumismo se hace por demás presente en el corazón de las personas, en cualquier centro comercial podemos ver filas interminables con el único objetivo de gastarse su aguinaldo, en lo que sea, como sea. Si aún queda espacio en la tarjeta de crédito ¿por qué no? meter unos cuantos "meses sin intereses" Ya que en estas fechas no es más importante la unión familiar, el ejercicio de reflexión, el perdonar y hermanarnos etc. sino la competencia entre nosotros por ver quien tiene el smartphone más avanzado, la pantalla de LCD más reciente o aquel objeto que el monstruo mercadológico haya dicho que debamos tener a cualquier costo.




Pero no solo el consumismo aumenta su presencia entre nosotros, la hipocresía también está en primera fila para pasar lista durante más días que cualquier otro mes del año, el frío ayuda a congelar la sonrisa más falsa que pueda nuestro rostro hacer. No hay nada como el intercambio en la oficina, en donde tendremos que entrarle con una cuota de mínimo 200 pesitos para darle un regalo a alguien que técnicamente no conocemos,  y si decidimos no entrar a este bonito ejercicio de intercambio de objetos que muy posiblemente no usaremos se nos tacha de "grinch" "amargados" "anti-navideños" y un largo etc. La gente no entiende que no es que sea uno grinch, sino que técnicamente se odia  a media humanidad incluida la oficina completa por supuesto. Después viene la cena de fin de año del trabajo, y con ella la oportunidad de darle un caluroso abrazo a ese jefe al que le hemos mentado la madre a lo largo de todo el año, el abrazo por supuesto viene acompañado de los mejores deseos para el año venidero, entre los cuales se incluye el que muy pronto lo pongan de patitas en la calle (no especificamos para quien eran los buenos deseos ¿verdad?) le damos nuestra mejor sonrisa colgate y le decimos que redoblaremos esfuerzos por el bien de la compañía y bla bla bla.

Aquellos que están casados o tiene una pareja "estable" (lo único estable en este universo es la inestabilidad del mismo y de todo lo que lo conforma, incluidas nuestras existencias) tienen que acomodar sus horarios para las respectivas cenas del 24 y 31 con las distintas ramas familiares. Como si se trataran de cenas de estado tienen que preparar sus horarios con precisión matemática para no faltar a ningún compromiso, y cuidadito en no querer cenar con la familia de la bonita esposa o novia, porque literalmente puede armarse la de Dios padre (¿como y qué arma Dios padre?) Muchos deben de aplicar la política para visitas de estado cubanas, esto es "comes y te vas" para poder cumplir con todos los compromisos, y ni se diga de los intercambios ahora con los papás de la pareja, los de nuestra propia familia etc. lejos de disfrutar la celebración se vuelve un verdadero caos.

Y aquí es donde entra el tercer protagonista de las temporadas decembrinas, el estres, si señores y señoritas que leen este su bonito blog pastillesco. Ese bonito y amable cabrón que nos jode el carácter cada que puede, ya sea comprando los regalos del intercambio al que no queríamos entrar, o preparando los horarios para visitar los lugares a los cuales no queremos ir. Y no es solamente por que el tráfico no nos deje llegar a nuestro destino, o porque el pavo se nos esté pasando de cocción, sino porque tenemos tantas cosas en la cabeza que no sabemos a cual darle prioridad. Nos preocupamos por saber cuando recibiremos el aguinaldo y como administrarlo para poder sufragar la cena, los regalos, el gusto que hay que darle a la pareja, los regalos de reyes, el gusto que hay que darle a los papás, el gusto que nos queremos dar nosotros. Nos preocupamos por quedar bien con quien posiblemente no lo aprecie, olvidándonos de las personas más importantes, y a las cuales debemos de darles prioridad número uno: nosotros mismos.(bueno después de los hijos claro)

Cuando era un niño recuerdo que mi familia no podía pasarla en otro lugar que no fuese con mi abuela, todos nos reuníamos, aunque solo fuese esa noche para celebrar además de la Navidad, el hecho de que estuviésemos vivos y juntos, no había regalos por que el mejor regalo era brindarse uno mismo y dar  una noche de su vida a estar con los que se aman, cocinar para ellos, servir para ellos, se que suena trillado y telenovelesco, pero esa era mi realidad a los 8-10 años, luego entonces era una realidad trillada y telenovelesca que extraño.
Disfrutaba enormemente ver a mi abuela con una sonrisa en los labios al ver a todos sus hijos reunidos, bailar, cocinar, cantar y tomarse un tequila con todos sus hijos, ver reunidos por lo menos  una vez al año a todos sus nietos bajo el mismo techo, esa noche ella era feliz, como todos en ese momento lo eramos.

El odio y los reproches son el mejor escudo del dolor cuando muere la gente que amamos, al morir mi abuela esas celebraciones se acabaron, los hermanos se pelearon entre ellos y reproches que no tenían antes espacio encontraron un nicho en el corazón de cada uno de ellos, al morir mi abuela perdieron el motivo y la razón que los unía, así como también perdieron el interés por acercarse entre ellos, y brindarse por lo menos una noche del año.

Lejos del estres y el dolor, del consumismo y la hipocresía, creo que es importante que hagamos un examen de conciencia, que pensemos en lo que hemos mejorado a lo largo del año y que nos falta por mejorar, lejos de hacer propósitos me parece importante y más productivo hacer metas a corto plazo, no preocuparnos por saber como bajaremos los kilos que estamos subiendo estas fiestas, sino disfrutar de cada bocado como si fuese el último (total ya dijeron los mayas que el este teatrito se acaba el siguiente diciembre)

Hay que amar desinteresadamente, disfrutar el tiempo que compartimos con los que queremos, verdaderamente el mejor regalo que les podemos hacer es brindarles tiempo de calidad, hay que mimarnos a nosotros mismos, reconocer nuestros errores y corregirlos, el tratar ya está de más, hay que dejar a un lado la hipocresía y aprender a amar sin condicionar, el día que comprendamos eso entonces abremos entendido el verdadero significado de estas fechas, y no estaremos cual borregos celebrando por celebrar, comiendo y bebiendo por comer y beber, viviendo solo por solo vivir.




2 comentarios:

  1. me encanto!!!tienes mucha razon en lo q dices pero.....dificilmente podemos encontrarnos a nosotros mismos.Vivimos en una askeada sociedad q no nos permite liberarnos del consumismo y del vivir como borreguitos. ENFRENTEMOS NUESTRO PROPIO CAMBIO Y ES TIEMPO DE TOMAR DECISICIONES....NO TODOS PODEMOS AMAR SIN CONDICION....DIFICIL????? SI LO ES,PERO IMPOSIBLE.....NUNCA!!!

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  2. ¡¡¡¡¡Gracias!!!! es tiempo de hacernos responsables de nuestras decisiones como bien dices, el verdadero amor es aquel que no espera nada a cambio

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