martes, 27 de diciembre de 2011

Bien Aventurarse

Bienaventurados los soberbios, por que de ellos será el reino de la soledad.

Bienaventurados a los que la muerte les arrancó el corazón, por que no le volverán a temer.

Bienaventurados aquellos que han sufrido más de una decepción en el amor, por que después de cada una de ellas el camino se hace más claro.

Bienaventurados aquellos que quieren ver arder el mundo, porque se han cansado ya de los idiotas.

Bienaventurados los que conservan una esperanza, porque tienen algo a que aferrarse.

Bienaventurados aquellos que no esperan nada, por que nada los decepcionará.

Bienaventurados aquellos que han desconocido cualquier dogma religioso, por que no están atados al miedo de la culpa hipócrita.

Bienaventurados aquellos que lo han perdido todo, por que no temen comenzar de nuevo.

Bienaventurados los que han llorado por perder a sus seres queridos, por que en el tiempo sin tiempo podrán abrazarlos de nuevo.

Bienaventurados los que se regocijan con la sonrisa de su propia sangre, por que han descubierto el mayor de los tesoros.

Bienaventurados los que pueden pedir perdón a aquellos que han lastimado en el pasado, por que la culpa cuando mueran no los tocará ni les carcomerá la existencia.

Bienaventurados los que verdaderamente han amado, por que entienden el verdadero significado de la existencia humana.

Bienaventurados aquellos que no temen llorar, por que no tendrán enfermo el espíritu.

Bienaventurados los que no le temen a la vida, por que conocen la certeza de la muerte.

Bienaventurados los que viven intensamente el presente, por que no tienen puestas sus esperanzas en un futuro incierto

Bienaventurados aquellos que no han perdido la capacidad de soñar, por que pueden imaginar mundos en donde no los alcance el dolor de la realidad.






1 comentario:

  1. Pues, sí,y bienaventurado tú, Carlos, que vives, sientes, y puedes expresar todavía tus sentimientos, tus ideas, tus pensamientos, tus penas, tus frustraciones, tu dolor, tu aventura y romance con la vida y con la muerte...

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